sábado, 8 de noviembre de 2008


CIEN AÑOS DE MUJERES EN LAS AULAS UNIVERSITARIAS 1908-2008
Exposición fotográfica y documental


En el marco de la conmemoración de los 100 años del ingreso de la mujer a la universidad en Perú, el Programa de Estudios de Género de la Universidad de San Marcos pretende generar un escenario de discusión y reflexión, en el que sea posible visualizar el papel desempeñado por las mujeres en los distintos procesos de configuración de la nación peruana en términos políticos, económicos, sociales y culturales, desde las últimas décadas del siglo XIX hasta la actualidad.

En ese sentido a través de la presente exposición presentamos una exploración visual, a través de fotografías, documentos digitalizados y libros, que pretende acercarnos y vincularnos a una parte de la historia de la educación de las mujeres en el Perú. A través de estas imágenes y documentos queremos reconstruir –de una manera paralela y complementaria al Coloquio– esta parte de nuestra historia y nuestra memoria otorgándole visibilidad y relevancia a las contribuciones femeninas al devenir del país.

Finalmente la muestra es también un homenaje a la memoria de aquellas mujeres quienes a través de sus luchas por la superación de la mujer y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres participaron en la configuración de una nueva sociedad libre de valores cortesanos y patriarcales.



Sala de Exposiciones de la Biblioteca Central Pedro Zulen.
Ciudad Universitaria de San Marcos
Del 10 al 20 de noviembre
Lunes a sábado 9 am. a 7 pm.
Ingreso libre

jueves, 6 de noviembre de 2008

COLOQUIO "MUJERES Y UNIVERSIDAD"
Jueves 13 y viernes 14 de noviembre
Facultad de Ciencias Sociales-UNMSM
Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM (2do piso)
PROGRAMA

Jueves 13

Mesa "Universidad, Conocimiento y Política"
10:00 – 11:30 am
- Oriele Manrique (Colectivo La Mestiza– UNMSM): "Imágenes de la mujer como sujetohistórico: Reflexiones en torno a la construcción de una identidad políticafemenina"
- Raquel Pérez (Colectivo La Mestiza – UNMSM): "San Markinas: ¿Valientes y combativas?"
- Dora Gómez y Carol García (Universidad Nacional del Centro del Perú): "Perspectivade género en la facultad de Ciencias Sociales de la UNCP"
- Amelia Pacheco (Universidad de Lima): "Construyendo la memoria colectiva de lasmujeres en la universidad: Logros y cabos sueltos"

Mesa "Testimonios: La universidad en la vida de la mujeres"
11:45 – 1:15 pm
- Yolanda Westphalen – Literata (UNMSM)
- Azucena Ruiz - Educadora (UNMSM)
- Imelda Soriano - Médica (UNMSM)
- Germina Villar de Fuentes – Literata (UNMSM)

Mesa "Poetas y Universidad"
3:15 – 4:45pm
- Esther Castañeda y Elizabeth Toguchi: "Encuentros de poetas sanmarquinas 1981, 1991, 2001"
- Comentarios y Recital de poesía a cargo de invitadas

Mesa "Educación, Arte y Arqueología"
5:00 – 6:30 pm
- Sofía Pachas (Seminario de Historia Rural Andina – UNMSM): "Con el lápiz y elpincel. La enseñanza artística femenina en Lima del XIX y principios del XX"
- Gabriela Germaná (Museo de Bellas Artes de Houston) y María Eugenia Yllia(Universidad Ricardo Palma): "Recuperando el arte peruano. Pioneras: Elena Izcue,Rebeca Carrión Cachot, María Luisa Saco, Alicia Bustamente"
- Milagros Valenzuela (UNMSM): "Elena Izcue y la difusión del arte peruano en lasescuelas de Lima de inicios del siglo veinte"
- Fabiola Yeckting (UNMSM) "El horizonte de Rebeca Carrión Cachot y la cultura de hoy"

Mesa "El ingreso de las mujeres a las universidades"
6:45 – 8:15 pm
- Alicia Morales y Leyda Monsalve (Universidad de los Andes – Venezuela): "El ingreso de las mujeres en la Universidad de los Andes (Venezuela, 1930 – 1945)"
- Nanda Leonardini (Seminario de Historia Rural Andina – UNMSM): "Concepción Lombardo: Desgarrador testimonio educativo durante la primera mitad del siglo XIX Mexicano".
- Odalis Valladares (Colectivo Clío – UNMSM): "La presencia de la mujer peruana en losestudios universitarios 1875- 1908"
- Betty Rivera (UNMSM): "Las médicas sanmarquinas luego de 1908: Apertura académicapara el ingreso de las mujeres en las ciencias médicas"

Viernes 14

Mesa "Institución Universitaria y Mujeres"
10:00 – 11:30 am
- Elizabeth Pflucker y Fernando Torres (UNMSM): "La construcción de un cuerpo idealdeportista en las jugadoras de fútsal de la UNMSM"
- Jacqueline Lévano (PUCP): "Comportamiento sexual ascético para el éxito educativo y el progreso personal de las mujeres"
- Maggie Pimentel (Asociación de Mujeres Discapacitadas) : "Universidad y mujeres condiscapacidad: una exclusión secular"
- Sandy Martínez e Indira Huilca (Colectivo Las Parias - UNMSM): "Reorganizandosignificados entorno a lo personal es político. Reconstruyendo nuestras memorias yacciones".

Mesa "Las Mujeres entre la educación y la política"
11:45 – 1:15 pm
- Margarita Zegarra (Colectivo Clío – UNMSM): "Entre el "Liceo Grau" y la UniversidadMayor de San Marcos: El proyecto de educación de Esther Festini"
- Elizabeth Caviedes (Colectivo Clío – UNMSM): "Mujeres, anarquismo y universidad: Elideario de Miguelina Acosta Cárdenas"
- Rubén Bejarano (UNMSM): "Propuestas educativas de Elvira García y García en Lima(1898 – 1946)
- Marty Ames Zegarra (UNMSM): "Las Mujeres en el Oncenio de Leguía (1919 – 1930)"

Performance a cargo de:Ana Lucía Riveros Caytuiro
Video: NEWSPEAK
4:30pm

Mesa "Semblanzas: Mujeres, Educación y Conocimiento"
5:00 – 6:30 pm
- Ybeth Arias (Colectivo Clío – UNMSM): "Ella Dunbar Temple: Su legado en la Historia"
- Noraya Ccoyure (UNMSM): "Sara María Larrabure: Una voz detrás de la cortina"
- César Coronel Moscoso (UNMSM): "Rosa Alarco y la cultura nacional"

Mesa "Mujeres y Universidad: Reflexiones finales"
6:45 – 8:15 pm
- Carolina Ortiz (UNMSM): "Mujeres, universidad y sociedad"
- Rolando Rojas (IEP): "Mujeres, educación universitaria y espacio público. Siglos XIXy XX"
- Miguel Maticorena (UNMSM)
- Maria Emma Mannarelli (PEG – UNMSM): "La atmósfera pública y el significado de lapalabra femenina (1900-1925)"

Clausura del coloquio:
8:30 – 9:00 pm

Exposición fotográfica-bibliográ fica: Cien Años de Mujeres en las Aulas Universitarias (1908-2008)
La exposición, es ante todo un homenaje, un tributo a la memoria de aquellas mujeresque con sus acciones participaron en la configuración de una nueva sociedad libre devalores cortesanos y patriarcales.Es también una exploración visual, a través de fotografías y documentosdigitalizados, que pretende acercarnos y vincularnos a una parte de la historia dela educación de las mujeres en el Perú. A través de estas imágenes queremosreconstruir –de una manera paralela y complementaria al Coloquio– esta parte denuestra historia y nuestra memoria generando un escenario de discusión y reflexiónque nos permita visualizar el papel desempeñado por las mujeres en los distintosprocesos de configuración de la nación peruana.
Lugar: Biblioteca Central - UNMSM
Días: Del 10 al 14 de noviembre
INGRESO LIBRE.POR FAVOR, DIFUNDIR.
Organizadoras:Programa de estudios de género – UNMSM y Colectivo Clío – UNMSM
Auspiciadores:Vicerrectorado de Investigación - UNMSM y Biblioteca Central - UNMSM

lunes, 7 de abril de 2008

Mi historia de las mujeres

Michelle PerrotDisponibilidad: 48hs.
Precio: $ 38,00
Índice
Lea un fragmento
"Mi" historia de las mujeres es en realidad "nuestra" historia de las mujeres, la historia de las relaciones entre los hombres y las mujeres. La historia de las mujeres ha cambiado. Lo que comenzó siendo una historia del cuerpo y de los roles privados llegó a ser una historia de las mujeres en el espacio público de la polis, del trabajo, de la política, de la guerra, de la creación. Empezó siendo una historia de las mujeres víctimas para llegar a ser una historia de las mujeres activas, en las múltiples interacciones que originan los cambios. Surgió como una historia de las mujeres para convertirse más precisamente en una historia del género, que insiste sobre las relaciones entre los sexos e integra la masculinidad. Así, expandió sus perspectivas espaciales, religiosas y culturales.Con el objeto de hacer visibles a las mujeres en el relato de la historia, Michelle Perrot traza algunos caminos y diagonales a través de la historia de las mujeres e indaga temas tales como las fuentes y las representaciones, el cuerpo, el alma, el trabajo y la profesión, las mujeres en la polis. Y lleva a cabo este recorrido con algunas preguntas constantes. ¿En qué cambian o cambiaron las relaciones entre los sexos a lo largo de estas fronteras? ¿Cómo evolucionó la diferencia entre los sexos? ¿A qué ritmo? ¿En torno a qué acontecimientos? ¿Cómo se modificó el reparto entre hombres y mujeres, sus identidades y su jerarquía?Santas y brujas, lectoras y escritoras, artistas y actrices dan cuenta de sus conexiones con la religión, la cultura, la creación. Campesinas, obreras, institutrices, enfermeras y empleadas domésticas lo hacen con el trabajo. Mujeres que viajan, migran y se organizan colectivamente para alcanzar el último bastión masculino: la política.En Mi historia de las mujeres Michelle Perrot narra la lucha de las mujeres por existir con derecho pleno, en igualdad con los hombres, una lucha que aún hoy se está librando.
Colección: Historia
ISBN: 9789505577477
Formato: 13,5 x 21 cm., 247 pp.
Primera edición: 2008
Última edición: 2008
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Michelle Perrot
MI HISTORIA DE LAS MUJERES
Nota del editor francés

Parece que las mujeres tienen su día. Un solo día en todo el año,
durante el cual los medios hablan de ellas, los políticos pronuncian
discursos en su honor y quienes prefieren lo real a las vanidades
conmemorativas recuerdan que la mujer todavía no es igual que el
hombre, que la mujer -más que el hombre- sufre el desempleo y la
precariedad laboral, que a la mujer se le paga menos, se la considera
menos, se la reconoce menos que al hombre en los principales ámbitos
de la sociedad: no olvidemos la débil representatividad de las mujeres
en política, así como el pequeño número de ellas en el ejercicio del
poder.
¿Cambiarían los tiempos? ¿Las mujeres son apreciadas? ¿Ser mujer
constituye una discriminación positiva? ¿O es sólo una circunstancia?
Lo que es seguro es que las mujeres tienen una historia y que recién
tardíamente comenzaron a construirla, para apropiársela después.
Michelle Perrot fue una de las iniciadoras en Francia de este
movimiento de historiadoras que ofrecen a las mujeres y los hombres la
dimensión de la acción de las mujeres en el pasado, la evolución de su
estatus, las luchas y las estrategias para obtener su independencia.
Era evidente que Michelle Perrot, tan comprometida como siempre
con el movimiento de las mujeres, e igualmente entusiasmada y generosa, era para France Culture* la mujer que podía bosquejar la
historia de las mujeres.
Lo hizo con energía y amor. Esta serie radiofónica tuvo un enorme
éxito, y fueron muchos quienes entonces pidieron que sus palabras
quedaran fijadas por escrito: hoy, ese deseo queda satisfecho.

))((

I. Escribir la historia de las mujeres(fragmento)
Itinerario

La primera historia que quisiera contarles es la de la historia de las
mujeres. Hoy en día se presenta como obvia: una historia "sin las
mujeres" parece imposible. Sin embargo, no siempre existió. Al menos
en el sentido colectivo del término, que no abarca sólo las biografías,
las vidas de mujeres, sino las mujeres en su conjunto y a largo plazo.
Esta historia es relativamente reciente; a grandes rasgos, tiene treinta
años. ¿Por qué? ¿Por qué este silencio? ¿Y cómo se disipó?
Yo fui testigo de esta historia y, junto con muchas otras, protagonista.
En calidad de tal quisiera decir unas palabras sobre mi experiencia,
porque en ciertos aspectos resulta significativa tanto del pasaje del
silencio a la palabra como del cambio de una mirada que, justamente,
construye la historia o al menos hace emerger nuevos objetos en ese
relato que es la historia, relación constantemente renovada entre el
pasado y el presente.
La historia de las mujeres no estuvo entre mis primeros intereses; por
otra parte, tampoco estuvieron las mujeres. En mi adolescencia lo que
quería era acceder al mundo de los hombres, del saber, del trabajo y de
la profesión. Por el lado de mi familia no encontré ningún obstáculo. Mis
padres eran decididamente igualitarios, feministas sin teoría, y ellos me
alentaron al estudio e incluso a la ambición. En la universidad de
posguerra, la Sorbona de los años cincuenta, los profesores eran todos
hombres. Pero las alumnas eran cada vez más numerosas, aun cuando
muchas veces la abandonaran en el camino; yo no sufrí ninguna
discriminación en particular. Cuando en 1949 apareció El segundo
sexo, de Simone de Beauvoir, se armó un escándalo. Yo estaba
decididamente de su lado, pero la lectura parcial que entonces hice de
ese texto no me conmovió. No pude ver su riqueza hasta tiempo
después.
Lo económico y lo social dominaban ese período austero de la
Reconstrucción, y ocupaban el horizonte de la sociedad tanto como el
de la Historia. Hablábamos de comunismo, marxismo, existencialismo.
La clase obrera nos parecía la llave de nuestro destino y del destino del
mundo, a la vez que "la más numerosa y la más pobre", como decía el
conde de Saint-Simon, símbolo de todas las opresiones, víctima
gloriosa de una injusticia intolerable. Escribir la historia de la clase
obrera era una manera de unirse a ella. En la Sorbona, Ernest
Labrousse -el otro "grande", junto con Fernand Braudel- desarrollaba
esta historia. Bajo su dirección, hice una tesis sobre los "obreros en
huelga", en la que las mujeres ocupaban un solo capítulo. Al revés del
motín del pan, la huelga, al menos en el siglo XIX, es un acto viril. Esta
asimetría me impresionó, así como la burla de la que eran objeto las
mujeres. Sin embargo, no me detuve mucho tiempo en este asunto: me
afectaban mucho más los problemas de los trabajadores menos
calificados o los extranjeros. La xenofobia más que el sexismo obrero.
Llegué a la historia de las mujeres en los años setenta, con el envión
del Mayo francés y sobre todo del movimiento de las mujeres, con los
que me topé de frente en la Sorbona -donde era profesora adjunta- y
luego en París VII-Jussieu, una universidad nueva y abierta a
innovaciones de todo tipo. Por supuesto, no se trató de una iluminación
repentina. A lo largo de veinte años las cosas habían cambiado, y yo
también. Comprometida con el movimiento de las mujeres, quería
conocer su historia (y hacerla, puesto que prácticamente no existía).
Había una verdadera demanda en este sentido. Convertida en
profesora, tras mi doctorado, ya podía tomar iniciativas. En 1973, con
Pauline Schmitt y Fabienne Bock hicimos un primer curso que llamamos
"¿Las mujeres tienen una historia?", título que delataba nuestras
incertidumbres y traducía nuestra timidez. No estábamos seguras de
que las mujeres tuvieran una historia, sobre todo porque el
estructuralismo de Claude Lévi-Strauss había insistido mucho en el
papel que ellas tenían en la reproducción y los lazos familiares:
"Intercambio de bienes, intercambio de mujeres". No sabíamos cómo
enseñar esa historia. No teníamos materiales ni métodos. Sólo
preguntas. Apelamos a las sociólogas, más adelantadas que nosotras,1 y a nuestros colegas historiadores,2 y les preguntamos cómo habían
resuelto en sus estudios históricos la cuestión de las mujeres. El curso
fue un gran éxito. El movimiento estaba en marcha y ya no se
detendría. Interrumpiré en este punto la evocación de una historiografía
cuyo camino examinaremos y cuyos resultados apreciaremos a lo largo
del presente relato. Este itinerario mío, de un descubrimiento, de una
llegada, se inscribe en un movimiento colectivo. Para atenerme al plano
universitario, señalaré las iniciativas idénticas y paralelas en Aix-en-Provence,3 en Toulouse,4 en la Universidad de París VIII, 5 en Lyon (en
psicología social), etc. En el exterior el movimiento era previo y mucho
más intenso: en los Estados Unidos, en Gran Bretaña, el papel de los Women’s Studies era precursor6 y nosotros lo seguíamos con vivo
interés. Esta corriente se desarrolló rápidamente, con variantes, en los
Países Bajos, en Alemania (en torno a la Universidad de Bielefeld y la
Universidad Libre de Berlín), en Italia -donde tuvo una originalidad y una
vitalidad notables-, un poco más tarde en España, en Portugal, etc. En
pocas palabras: fue, es, un movimiento mundial, que hoy está
particularmente vivo en Quebec, en América Latina (sobre todo en
Brasil), en India, en Japón… El desarrollo de la historia de las mujeres
acompaña en sordina el "movimiento" de las mujeres hacia su
emancipación y su liberación. Es la traducción el efecto de una toma de
conciencia aun más abarcadora: la de la dimensión sexuada de la
sociedad y de la historia.
En treinta años ya se sucedieron varias generaciones intelectuales
que produjeron -mediante tesis y libros- una acumulación que dejó de
ser "primitiva". Hoy existe una revista, Clio. Histoire, femmes et sociétés, asociaciones,7 numerosos coloquios y antologías de trabajos.
En Blois, los encuentros llamados Rendez-vous de l’histoire (2004)
sobre "Las mujeres en la historia" tuvieron gran éxito.
La historia de las mujeres cambió. En sus objetos de estudio, en sus
puntos de vista. Empezó por una historia del cuerpo y de los roles
privados para llegar a una historia de las mujeres en el espacio público
de la ciudad, del trabajo, de la política, de la guerra, de la creación.
Empezó por una historia de las mujeres víctimas para llegar a una
historia de las mujeres activas, en las múltiples interacciones que
originan los cambios. Empezó por una historia de las mujeres para
convertirse más precisamente en una historia del género, que insiste
sobre las relaciones entre los sexos e integra la masculinidad. Expandió
sus perspectivas espaciales, religiosas y culturales.
De todo ello quisiera dar cuenta aquí, del modo más amplio posible,
pues esta historia de las mujeres no es "mi" historia de las mujeres.
Este posesivo no implica ninguna propiedad.
Sin caer en una exhaustividad extenuante, quisiera tirar de algunos
hilos de esta inmensa tela y abordar ciertos temas: "El silencio y las
fuentes", "El cuerpo", "El alma", "Trabajo y creación", "Mujeres en la
polis"; con ejemplos, con caras, con historias elegidas en un espacio-
tiempo lo más vasto posible. Sin embargo, un poco por necesidad y otro
poco por mi propia especialidad, estos elementos serán extraídos de la
historia de la Francia y el Occidente contemporáneos.
En filigrana, siempre se encuentra la siguiente pregunta: ¿qué
cambió en las relaciones entre los sexos, en la diferencia de los sexos
representada y vivida? ¿Cómo, si no por qué? ¿Y con qué efectos?
El silencio roto
Escribir la historia de las mujeres es sacarlas del silencio en que
estaban sumergidas. Pero, ¿por qué este silencio? Y antes que nada:
¿las mujeres tienen sólo una historia?
La pregunta puede parecer extraña. "Todo es historia", decía George
Sand, y Marguerite Yourcenar afirmó más tarde: "Todo es la historia".
¿Por qué las mujeres no pertenecerían a la historia?
Todo depende del sentido que se dé a la palabra "historia". La
historia es lo que pasa, la sucesión de los acontecimientos, de los
cambios, de las revoluciones, de las evoluciones, de las acumulaciones
que tejen el devenir de las sociedades. Pero también es el relato que se
hace de ellos. Los ingleses distinguen story de history. Las mujeres han
quedado largamente excluidas de este relato, como si, condenadas a la
oscuridad de una reproducción inenarrable, estuvieran fuera del tiempo
o por lo menos fuera del acontecer. Sepultadas bajo el silencio de un
mar abismal.
Por cierto, en este silencio profundo las mujeres no están solas.
Dicho silencio envuelve el continente perdido de las vidas engullidas por
el olvido en que la masa de la humanidad queda abolida, pero cae con
más peso sobre ellas. Y esto por varias razones.

La invisibilidad

En principio, porque a las mujeres se las ve menos en el espacio
público, el único que durante mucho tiempo mereció interés y relato.
Ellas trabajan en la familia, confinadas en casa (o en lo que hace las
veces de casa). Son invisibles. Para muchas sociedades la invisibilidad
y el silencio de las mujeres forman parte del orden natural de las cosas.
Son la garantía de una polis pacífica. Su aparición en grupo da miedo. Para los griegos significa la stasis, el desorden.8 Su palabra pública es
indecente. "Que la mujer se mantenga en silencio. Porque Adán fue
formado primero y Eva en segundo lugar. Y el engañado no fue Adán,
sino la mujer que, seducida, incurrió en la transgresión", dice el apóstol Pablo.9 Ellas deben pagar su falta con un silencio eterno.
Hasta el cuerpo de las mujeres asusta. Se lo prefiere tapado. Los
hombres son individuos, personas, tienen apellidos que pueden
transmitir. Algunos son "grandes": "grandes hombres". Las mujeres no
tienen apellido: sólo nombre de pila. Aparecen confusamente, en la
penumbra de grupos oscuros. "Las mujeres y los niños", "primero", o al
costado, o afuera, según el caso: la expresión clásica traduce esta
generalización. Al principio de Tristes trópicos, Claude Lévi-Strauss
describe un pueblo después de que los hombres han salido a cazar: ya
no quedaba nadie, dice, salvo las mujeres y los niños.
Porque se las ve poco, se habla poco de ellas. Y ésta es una
segunda razón de silencio: el silencio de las fuentes. Las mujeres dejan
pocas huellas directas, escritas o materiales. Su acceso a la escritura
fue más tardío. Sus producciones domésticas se consumen más rápido,
o se dispersan con mayor facilidad. Ellas mismas destruyen, borran sus
huellas porque creen que esos rastros no tienen interés. Después de
todo, sólo son mujeres, cuya vida cuenta poco. Hay incluso un pudor
femenino que se extiende a la memoria. Una desvalorización de las
mujeres por ellas mismas. Un silencio consustancial a la noción de
honor.
En cuanto a los observadores o a los cronistas, hombres en su gran
mayoría, les prestan una atención reducida o guiada por estereotipos.
Es cierto, se habla de mujeres, pero de manera general. "Las
mujeres son…", "La Mujer es…". La verbosidad del discurso sobre las
mujeres contrasta con la ausencia de información precisa o detallada.
Lo mismo ocurre con sus imágenes. Producidas por los hombres, estas
imágenes nos dicen, sin dudas, más sobre los sueños o los temores de
los artistas que sobre las mujeres reales. Ellas son imaginadas,
representadas, más que descritas o narradas. He allí una segunda
razón para el silencio y la oscuridad: la asimetría sexual de las fuentes;
variable, por otra parte, desigual según las épocas, y sobre la cual
deberemos volver.
Pero el silencio más profundo es el del relato. El relato de la historia
tal como lo construyen los primeros historiadores griegos o romanos
concierne al espacio público: las guerras, los reinados, los hombres
"ilustres", o al menos los "hombres públicos". Lo mismo sucede con las
crónicas medievales y la historia sagrada, que habla de santos más que
de santas. Y además, los santos actúan, evangelizan, viajan. Las
mujeres preservan su virginidad y rezan. O acceden a la gloria por el
martirio, espléndido honor.

Las reinas merovingias, tan crueles, las damas galantes del
Renacimiento, las cortesanas de todas las épocas hacen soñar. Para
existir hay que ser piadosa o escandalosa.
En el siglo XVIII y sobre todo en el XIX, la historia se vuelve más
científica y profesional. ¿Se da entonces más lugar a las mujeres y a las
relaciones entre los sexos? Un poco más. Michelet habla de las mujeres
en la historia de Francia: la terrible regencia de Catalina de Médicis
muestra los inconvenientes de las mujeres en el poder. La Noche de
San Bartolomé, para él, sería casi un efecto de la transgresión de los
géneros. Mientras que la intervención de las mujeres del puerto de La
Halle, los días 5 y 6 de octubre de 1789, ilustra su papel positivo cuando se comportan como madres y amas de casa.10 Su visión de la
historia está muy influenciada por su representación de los roles que
desempeña cada sexo. Michelet valora a la "mujer del pueblo", pues "no
hay nada más pueblo que la mujer", dice. Y es así como las mujeres
aparecían en los "manuales escolares" de la Tercera República. Más
allá de Juana de Arco, única verdadera heroína nacional, esos manuales hablan muy poco de las mujeres.11
La principal novedad viene por el lado de las autoras que estudió una joven historiadora, Isabelle Ernot.12 Ellas se llaman Louise de Kéralio,
autora de Les crimes des reines de France (1791), Laure d’Abrantès,
Hortense Allart y madame de Renneville, mujeres muchas veces de
origen aristocrático que intentan ganarse la vida con su pluma. A
mediados del siglo XIX, son cada vez más las que escriben biografías de
mujeres: reinas, santas, cortesanas, "mujeres excepcionales" cuyo
destino perfora la noche de las mujeres. Al principio se ocupan de
Blanca de Castilla, Juana de Navarra, madame de Maintenon y sobre
todo María Antonieta, "calamidad y sanguijuela de los franceses" para
algunas, reina desgraciada para otras que intentan reivindicarla, y a la
cual Olympe de Gouges dedicó la Declaración de los derechos de la
mujer y la ciudadana. Pero también se ven algunos intentos de captar la
evolución de la condición de las mujeres en un plazo más largo. Así,
Olympe Audouard publica Gynécologie. La Femme depuis six mille ans
(1873), donde se pregunta por el papel del cristianismo en esta
evolución. Es el indicio de un interés por el tema que se afirmará sobre
todo bajo el Segundo Imperio, clerical y conservador, como un desafío
al clericalismo de Monseñor Dupanloup y a la misoginia de Pierre-
Joseph Proudhon.
En el período de entreguerras las mujeres acceden a la universidad.
Muchas manifiestan su interés por la historia de las mujeres y sobre
todo por la historia del feminismo: Marguerite Thibert o Édith Thomas,13
por ejemplo. Pero ellas siguen siendo marginales respecto de la
revolución historiográfica que constituye la “escuela de los Annales”. Así
se llama al núcleo constituido por Marc Bloch y Lucien Febvre alrededor
de la revista del mismo nombre.
Esta escuela innovadora rompió con una visión exclusivamente
política de la historia, pero lo económico y lo social seguían siendo sus
prioridades. La corriente era bastante indiferente a la diferencia de los
sexos, que no constituía para ellos una categoría de análisis. Sin
embargo, Lucien Febvre publicó un brillante ensayo sobre Margarita de
Navarra, Amour sacré, amour profane: autour de l’Heptaméron (1944),
que esboza una historia del sentimiento amoroso e incluso de la
violación: una veleidad que la segunda generación de los Annales, la de
Ernest Labrousse y Fernand Braudel, no profundizó.
¿Cómo cambiaron las cosas? ¿Cómo nació una “historia de las
mujeres”, de la que ellas fueron la materia prima, a la vez objeto y
sujeto del relato?

sábado, 22 de marzo de 2008

LA EDUCACION DE LAS NIÑAS EN EL PENSAMIENTO DE ESTHER FESTINI

El pensamiento y la obra de Esther Festini son básico de conocer para comprender toda esa transición de la educación de las mujeres en el Perú.
Es por ello que lo que se pretende lineas abajo es reproducir algunas frases provienen de la tesis sustentada en el año 1904 presentada por Esther Festini para optar el grado de Doctora en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la cual se titula: CUESTIONES RELATIVAS A LA EDUCACION FEMENINA.

En esta tesis E. Festini analiza la educación de las niñas en sus hogares y el nuevo modelo de la educación pública, resaltando las bondades y conveniencias de la escuela para las niñas, sin olvidar sus sentimientos y buenos hábitos.

En principio plantea que la mujer no debe pensar en igualarse al hombre imitándole, “porque seria absurdo”, y que “la mujer será superior al hombre sino como mujer”.

En su tesis doctoral Esther festini primero analiza las facultades dominantes en las mujeres como son, las facultades sensitivas, el desinterés, sacrificio y abnegación y la ternura propia de su sexo.

La mujer dice ella “COMPLETA AL HOMBRE”, y que su destino social, no es competir con los varones, ya que como persona racional y libre tiene naturalmente su destino individual.

Según las ideas de su tiempo la educación de la mujer sólo debe tener por objeto embellecer la existencia del hombre, pero para ella “las mujeres deben buscar un ideal mas elevado”, y que incluso la educación de las mujeres debe ser considerada como “asunto de importancia nacional”.

Para Esther Festini “el objeto de la educación es el perfeccionamiento individual” siendo esto algo complejo y que esto se vuelve aun mas complejo cuando se trata de la educación femenina.

La educación plantea ella empieza en la cuna, en los primeros años, ya que las impresiones recibidas en los primeros años son las que con mas fuerza quedan grabadas.

En los primeros años de la niña la madre debe dirigir su educación, porque refiere “nadie mejor que ella puede orientarla en lo que debe saber y velar por lo que ha de ignorar”.

La educación familiar sostiene Festini es INSUFICIENTE, y que solo era aceptable en el tiempo que se pensaba que la mujer no tenia ningún destino fuera del hogar.

La educación domestica es insuficiente principalmente en cuanto se refiere a la enseñanza, porque resulta defectuosa y deficiente, porque la madre no puede transmitirle mayores conocimientos de los que posee y porque la dulzura empleada con frecuencia por la familia la hace demasiado débil, dotándola de falta de orden y poca disciplina; además que las ocupaciones diversas en las familias impiden y abstraen una buena lección o ejercicio durante la educación de las niñas.

Menciona además, el objeto de la escuela como un ente principal para hacer “lo que la familia no puede poner en práctica, sobre todo en la enseñanza bien graduada y dividida, fecunda y educadora”.
Entre otras bondades de la educación, Festini señala que l”a escuela además asegura la emulación y la vida de la enseñanza, la escuela habituada a los niños a la autoridad impersonal igualitaria sin tener en cuenta los caprichos y pequeñas vanidades individuales”, además otro motivo por el que la escuela es superior al hogar es que en la escuela la mezcla de opiniones y creencias y el mismo compañerismo hacen que la niña adquiera la tolerancia indispensable en la sociedad.

Además la escuela le suministrará los conocimientos que constituyen su cultura intelectual, inspirándole el amor por el deber y procurándole el desarrollo físico, mediante cuidados higiénicos y ejercicios gimnásticos convenientes.

Además la escuela creará en las niñas buenas costumbres reprimiendo las malas, además que ayudara en el desarrollo de su razón y de su espíritu irregular dice Esther festini en relación a los estado psicológicos de inquietud, agitación, turbulencia
y fatiga propios de la edad de las niñas.

Señala también que en cuanto los estudios se le debe disminuir a las niñas algunas horas de labor intelectual prolongando las de trabajo manual y reposo; reposo que no debe ser excesivo porque son serios peligros en esa edad.

Algo muy curioso que recomienda Esther festini para la nueva educación de las niñas es la necesidad de proscribir o desterrar por así decirlo la lectura DE NOVELAS, “PORQUE ELLAS LES QUITAN A LA IMAGINACION SU FRECURA E INOCENCIA”, convirtiendo a la niña en imitadora inconsciente de los personajes de esas novelas, las considera un mal, porque les llegan a agradar a tal punto que les desagrada cualquier otro tipo de lectura.
Por ello en las escuelas se les habituará a lecturas serias que desarrollen el juicio y la razón

Bien sobre Esther Festini, su pensamiento y sus propuestas educativas para la época que vivió aunque mucho por comentar, por eso aquí presentamos solo un pequeño esbozo de sus ideas.

Así que bienvenido sea este primer centenario del ingreso de las mujeres a las aulas universitarias, centenario que nos inspira a reflexionar sobre la historia de las mujeres profesionales en el Perú.

Autor del artículo:
MERY BALTAZAR OLMEDA
diosamunaicha@hotmail.com

jueves, 20 de marzo de 2008

Convocatoria 2008. IV Círculo Universitario de Estudios de Género

El Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán convoca a jóvenes universitarias/os para que formen parte del IV Círculo Universitario de Estudios de Género. Éste tiene como objetivo que estudiantes, mujeres y hombres, de diversas universidades conozcan los aportes teóricos y políticos del feminismo, y la importancia del enfoque de género como una categoría de análisis.

El Círculo se plantea como un espacio de formación y reflexión, de manera que las/os futuras/os profesionales integren en sus campos de trabajo el enfoque de género, y así tomen en cuenta las desigualdades de la sociedad y las injusticias que esto genera entre hombres y mujeres.

El Centro Flora Tristán, a través de su Programa Estudios y Debate Feminista, se ha propuesto generar estos espacios en Lima y en las distintas universidades públicas de las regiones, pues existe la tendencia a olvidar o restar importancia al problema de la desigualdad entre hombres y mujeres, por consiguiente, no se toman las medidas para enfrentarla.

Creemos que conocer y comprender la realidad peruana demanda un enfoque de género, pues tanto en el campo científico como político el no considerar este análisis trae como consecuencia una realidad distorsionada y parcial que oculta situaciones de discriminación.

Se espera que las/os jóvenes de este Círculo salgan no solo comprendiendo el enfoque de género, sino, también, comprometidos en aportar con su trabajo profesional a erradicar en nuestra sociedad todo tipo de discriminación. Es la apuesta política del Centro Flora Tristán en su propósito de aportar a la construcción de una sociedad democrática y con justicia. Esperamos que en diciembre, cuando finalice este cuarto Círculo Universitario de Estudios de Género sea, también, el compromiso de sus integrantes.

Quiénes pueden participar

Estudiantes, hombres y mujeres, entre 17 a 25 años, que estén cursando estudios de Pre Grado en alguna universidad, para formar un grupo de reflexión sobre estudios de género. Se seleccionarán 35 estudiantes y en cada sesión se entregará material de lectura y bibliografía.

También pueden participar jóvenes de regiones, pero no se cubrirán costos de traslado, hospedaje o movilidad.

Las reuniones se realizarán el segundo martes de cada mes de 6 a 8 p.m., y en cada oportunidad se tratará un tema, con la presencia de un/a expositor/a. La participación será gratuita para las/os 35 seleccionadas/os.

La estructura de contenidos sería la siguiente:

Mayo: La construcción del discurso de la desigualdad de género. Teoría de género. Proceso del debate del concepto de género.
Junio: La construcción del feminismo internacional y nacional, y su impacto político. Articulación de lo nacional y lo global en sus propuestas.
Julio: La construcción de las identidades de género. Feminidad, masculinidad. Masculinidades alternativas.
Agosto: El cuerpo como espacio de poder. Violencia contra las mujeres.
Septiembre: Sexualidad, diversidad sexual y ciudadanía.
Octubre: Derechos humanos de las mujeres. Derechos sexuales y derechos reproductivos.
Noviembre: Enfoque de género, derechos humanos e interculturalidad. Políticas de reconocimiento y de redistribución.
Diciembre: Género, democracia y Estado laico.

El Círculo se iniciará el mes de mayo, en el Centro Flora Tristán, Parque Hernán Velarde 42, Lima 1 (altura cuadra 2 de Petit Thouars). Para participar, el/la estudiante debe llenar la ficha adjunta y enviarla a
gaby@flora.org.pe hasta el 25 de abril. El día viernes 2 de mayo se comunicará a las/os seleccionadas/os vía e-mail, y la primera sesión será el martes 13 de mayo del presente año.
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Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán

Círculo Universitario de Estudios de Género

Mayo - diciembre de 2008


FICHA DE INSCRIPCIÓN



Nombre(s):
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Apellidos:
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Fecha de nacimiento:
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Lugar de nacimiento:
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Dirección exacta:
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Teléfono (fijo y/o celular):
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Correo electrónico (imprescindible):
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Carrera universitaria:
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Universidad:
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Indique el ciclo o año de estudios:
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Centro de trabajo : .............................................................................................................................................

Si es integrante de alguna organización juvenil, indique el nombre y las actividades que realiza: .............................................................................................................................................

Actividades que desempeña en su organización juvenil: .............................................................................................................................................

Indique si ha trabajado en alguna organización que aborde la problemática de género (especificar cuáles):
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Señale si ha desarrollado algún trabajo desde un enfoque de género en sus estudios universitarios (precisar el tema):
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Señale si antes ha participado en charlas o cursos sobre género y dónde:
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Califique entre el 1 al 10 sus conocimientos sobre teoría de género:
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Responda brevemente por qué desea integrarse al Círculo Universitario de Estudios de Género:
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Señale los temas que le son de mayor interés:
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Lima, marzo de 2008

miércoles, 19 de marzo de 2008

Simone de Beauvoir y la educación femenina

Ybeth Arias Cuba
Universidad Nacional Mayor de San Marcos


Este artículo rescata las nociones de Simone de Beauvoir sobre la educación femenina en su texto El Segundo Sexo. Ella parte de la afirmación de la desigualdad social, económica y cultural entre varones y mujeres existente en todo el mundo y que se mantiene hasta nuestra actualidad, además realiza un recuentro de los discursos históricos alrededor de la educación femenina. Y es que en realidad, a pesar de los logros legales que las mujeres hemos alcanzado en términos de derechos, las restricciones a mejorar nuestras vidas son muchas, haciendo visible la inequidad de condiciones vitales entre varones y mujeres. Todavía reconocemos al mundo como dominio del otro masculino.

Beauvoir señala que las mujeres son educadas, en representaciones y prácticas, para ser inferiores ante su par masculino. Por tanto, en ocasiones las mujeres prefieren adoptar costumbres masculinas para combatir las humillaciones ejercidas por los varones hacia sus personas. La educación femenina como entrenamiento de promover su inferioridad es un proyecto no moderno sino que procede de la Antigüedad haciéndose más patente en las sociedades griegas y romanas. Aun en el siglo XVI fueron muy escasas las mujeres que se educaron, y en este tiempo las más instruidas eran las nobles y las damas de las cortes. En el siglo XVII, la cultura se extiende por la intensificación de la vida secular y el gusto por las tareas intelectuales, así algunas mujeres nobles a través de sus diálogos, lecturas, educación recibida por profesores particulares y su asistencia a conferencias llegan a acumular mayores conocimientos que sus esposos, incluso algunas incursionan en la literatura y otras influyen fuertemente en las cortes mediante sus relaciones con los integrantes masculinos de las cortes.

Durante el siglo XVIII, la independencia femenina de las elites aumentó, a pesar de que su educación todavía es escasa y la imposición de una moral rigurosa. Aquellas que eran inteligentes y ambiciosas crearon una literatura demostrando la necesidad de la equidad entre los varones y mujeres siendo las mujeres oprimidas por la tiranía masculina al limitar, a veces de manera violenta, las actividades en que se podían desarrollar las mujeres. Progresivamente algunos ilustrados señalan que era importante facultar a las mujeres de mayores derechos ya que sus condiciones opresivas eran resultado de la dinámica social, pero aun se esencializa a las mujeres en sus roles de esposas y madres.

Como se conoce, surgieron diversas líderes en las acciones de la Revolución Francesa que en un primer momento fueron bienvenidas por los revolucionarios, empero sus propuestas los atemorizaron llevándolos a silenciarlas incluso con la bastilla. Esta tendencia continuó disimuladamente en el gobierno del emperador Bonaparte, quien paulatinamente dio leyes para restringir las libertades de las mujeres. Con los discursos positivistas, las mujeres fueron consideradas como seres biológicamente inferiores, lo que les hacia propensas a poseer una debilidad intelectual siendo seres puramente afectivos, su lugar es definitivamente el hogar.

Los autores del siglo XIX recomiendan que se exonere a las mujeres de todas los oficios pesados tratándolas bien para que así de forma sumisa aceptasen sus roles de esposas y madres. Por eso que las mujeres burguesas se sentían más cómodas con su situación por sus privilegios de clase. Por otro lado, el socialismo utópico exige mayores libertades para las mujeres siendo oprimidas al igual que los obreros, pero en la práctica se seguía esencializando a las mujeres en sus roles domésticos, es más las labores femeninas fueron convertidas en místicas para convencerlas de su importancia en el camino hacia un mundo mejor. Se solicitó su mejora educativa más que su reivindicación. Proudhon se transformó en el mayor defensor del rol femenino en los hogares.

A pesar de todos los obstáculos fueron surgiendo movimientos feministas que buscaban la justicia en la igualdad en el transcurso de los siglos XIX y XX. Por lo que también emergen grupos antifeministas abiertos o disimulados, quienes emitieron sus opiniones frente al sufragio femenino. Algunos señalaron que las mujeres eran menos inteligentes y educadas que los varones imposibilitándolas del ejercicio del voto, además se corría el riesgo de que solo obedecerían a sus esposos en el sufragio. En el frente soviético, se realizan avances legales al establecer en su constitución que las mujeres recibirían educación pública financiada por el Estado con la intención de alejarlas de contextos opresivos.

En la actualidad, existen mejoras en la educación femenina pero en estos momentos lo más importante es descubrir cuales son los principales problemas que aquejan a la educación femenina. Se identifica la permanencia de la noción de inferioridad en la educación de las mujeres desde niñas. En estas condiciones, algunos padres optan por masculinizar la educación de sus hijas, pero las personas que los rodean no lo permitirán. Aunque, ahora las niñas y adolescentes estudian más y practican deportes no se les anima al éxito con el mismo ímpetu que a los varones, y eso hace que alcanzar el éxito sea más difícil para ellas. Se las educa para que huyan de los golpes de la vida haciéndolas vulnerables refugiándose en el ámbito que se cree que es natural para ellas: el hogar. Sin embargo, incluso en el hogar se sienten vulnerables porque no reciben una educación sexual sin tapujos para su placer, sino que esta constreñida a su rol de esposa y madre.

Este complejo de inferioridad influye mucho en su desempeño como intelectual o artista. Las que acuden a educarse además de las tareas escolares, muchas veces asumen labores en sus casas, lo que no se impone a sus hermanos incluso se le limita sus salidas a la calle. Es claro que si las mujeres se dedican a sus estudios y su aprendizaje profesional tendrán menos concentración en sus conflictos sentimentales y sexuales. Empero, en varias ocasiones en las estudiantes y trabajadoras se genera el miedo de descuidar su destino como mujer.

Los proyectos personales de las mujeres son dejadas de lado por el escaso compromiso que invierten ellas en su realización personal. Buscan en el matrimonio una posición social que la legitime. Esta actitud se fundamenta en la inequidad económica entre varones y mujeres que las obliga a aspirar a un éxito pasivo.

En el matrimonio la opresión continúa para las mujeres. Ella es desigual en términos de experiencia y educación, lo que permite a los varones desarrollar plenamente su fase adulta. Esto influye también en la educación de sus hijos, cuanto más experiencia posea dará más a sus hijos y les pedirá menos. Los obstáculos de las mujeres como educadoras se centran en que el trabajo femenino es todavía una esclavitud, y aun es vulnerable el cuidado y educación de los niños fuera del hogar.

Además surgen representaciones hegemónicas en los medios de comunicación que promueven que las amas de casa sean bellas, elegantes y buenas madres y excelentes servidoras domésticas. Cuestión que si se cumpliese causaría grandes crisis psicológicas pues la deformación del cuerpo por la maternidad y las preocupaciones dificultan estos ideales.

Regresando al tema de la educación superior de las mujeres, Beauvoir señala que justamente los años decisivos de sus carreras (18 a 30 años), las mujeres comienzan con desventajas porque en ese lapso de edades se intensifican los conflictos de la feminidad. Las personas de su alrededor raramente las apoyan como podrían hacerlo con los varones.

La profesional se siente inferior frente a su amiga casada intimándose por su capacidad de lograr su propio éxito. Su marcha es tímida e insegura. Surge el temor de renunciar a la esperanza de librarse del cuidado de sí misma. Así se conforma con un éxito mediocre.

Por todo lo señalado, Beauvoir concluye: «Ya hemos visto que, en verdad, toda su educación conspira para cerrarle los caminos de la revuelta y la aventura; la sociedad entera -empezando por sus respetados padres- le miente al exaltar el excelso valor del amor, de la devoción y la abnegación, y al ocultarle que ni el amante, ni el marido, ni los hijos estarán dispuestos a soportar su embarazosa carga. Acepta ella alegremente tales mentiras, porque la invitan a seguir la pendiente de lo fácil: y ese es el peor crimen que se comete contra ella; desde su infancia y a todo lo largo de su vida, la miman y corrompen, designándole como vocación esa dimisión que tienta a todo existente angustiado por su libertad; si se invita a un niño a la pereza, divirtiéndole todo el día, sin darle ocasión para estudiar, sin mostrarle su utilidad, cuando llegue a la edad madura no podrá decirse que ha elegido ser incapaz e ignorante: así es como se educa a la mujer, sin enseñarle nunca la necesidad de asumir por sí misma su existencia; y ella se abandona de buen grado, contando con la protección, el amor, la ayuda y la dirección de otro; se deja fascinar por la esperanza de poder realizar su ser sin hacer nada».

martes, 26 de febrero de 2008

Celebrando el dia Internacional de la mujer

Cada 8 de marzo festejamos el día internacional de la mujer y Clio conversa lo celebró el día 10 en el auditorio del Instituto Raul Porras Barrenechea. La reunión fue desde las 6 de la tarde y las comentistas de la mesa fuimos María Emma Mannarelli, Elizabeth Caviedes, Ybeth Arias y Odalis Valladares. María Emma expuso sobre el significado del Día Internacional de la Mujer, presentó al grupo Clio conversa definiendo nuestra dinamica, objetivos y los eventos que organizamos en torno a la celebración de los 100 años de las mujeres en las universidades por la ley de 1908 que "permitió" el ingreso de las mujeres en estos centros educativos.
Luego Elizabeth Caviedes realizó una ponencia relacionada a la figura de Miguelina Acosta, importante dirigenta anarcosindicalista, manifestando sus numerosos logros académicos y politicos. Ybeth Arias manifestó los principales puntos que toma Simone de Beavoir alrededor de la educación femenina en sus obras, comemorando el centenario de su nacimiento. Finalmente Odalis Valladares comentó sobre las primeras leyes del ingreso de las mujeres en las universidades a nivel latinoamericano, además solicitó a los/as presentes su disposición para colaborar en una base de datos que planeamos ejecutar sobre la base de las fuentes orales, fotográficas y documentales que "historien" este importante proceso.

La convocatoria a la participacion de la elaboración de la base de datos está abierta al igual que al apoyo que deseen brindarnos en la ejecución de los eventos.